El pasado 17 de mayo celebramos en el colegio el momento más esperado por los alumnos de 2º de Bachillerato, su graduación.
Resultó un día muy especial, lleno de emociones y sentimientos.
¡Qué sorpresa tan agradable al ver a los alumnos de E. Infantil cantando la canción irlandesa de despedida!
Después de este momento tan especial pusimos rumbo hacia la iglesia de la Peña. Celebramos la Eucaristía de despedida, acompañados por profesores y familiares, dimos gracias a Dios por todos los momentos vividos durante el curso.
¡Pero esto no fue todo!
Tras un pequeño descanso, ya vestidos para la ocasión y con los nervios a flor de piel, nos dirigimos al colegio para celebrar el acto académico. Una vez más, acompañados de familiares y profesores, dio comienzo el acto.
Fue un momento muy entrañable donde no faltaba detalle, preparado con mucho mimo e ilusión, pues así lo requería.
¡Qué alegría veros desfilar en el momento de la imposición de las becas!
Nos llena de orgullo haceros entrega de esas merecidas menciones de honor, símbolo del trabajo bien hecho y de vuestro esmero y esfuerzo.
Muchas fueron las muestras de cariño por parte de los familiares hacia los profesores, los recuerdos tan especiales que se llevan de la educación de sus hijos en su paso por la Asunción. Recuerdos que comenzaron con lágrimas en los ojos el primer día que entrasteis en el colegio, al no querer separados de vuestros padres y que terminan ahora que os graduáis, con lágrimas de emoción al ver en lo que os habéis convertido, en chicos jóvenes comprometidos con la sociedad, cargados de sueños, llenos de ilusión y alegría.
Os lleváis una gran mochila cargada de momentos bonitos juntos.
Esperamos que las semillas que os entregamos en la celebración den su fruto con el tiempo. Cada una de esas semillas simbolizan los valores inculcados en la Asunción a lo largo de estos años e igual que ellas esperamos que cada uno de vosotros siga creciendo y dando flores, todas ellas diferentes, pero igual de bonitas e importantes
Una parte de vosotros se queda en el colegio, os veremos crecer a la par que crece el árbol que nos habéis dejado. Gracias por vuestra generosidad al entregar parte de vuestro dinero de la preparación de la fiesta a la Fundación Aladina, compartiendo este momento de alegría y celebración con niños y niñas que en este momento están luchando por sus vidas y queríais estar con ellos, apoyándoles, ese gesto dice mucho de vosotros.
Os presentamos nuestros mejores deseos para que emprendáis vuestro viaje con ilusión y alegría. No olvidéis que formáis parte de esta gran familia, la familia Asunción y como decía la canción de despedida:
“Hasta volver a veros que Dios os acoja en el hueco de sus manos”
¡Sed muy felices!
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Recuérdeme
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